STARDUST

Siempre intento aprovechar para leer en vacaciones. Entre los libros pendientes tenía “House of cards y la filosofía: La República de Underwood” de Whbilliam Irwin, y J. Edward Hackett. En el libro se analizan las tesis filosóficas que subyacen detrás del mítico universo protagonizado por los Underwood. Más que un libro sobre la serie, tengo que reconocer que ha sido como una regresión a la asignatura de Filosofía de COU.

De entre todos los autores analizados, me ha gustado especialmente Friedrich Nietzsche. En este sentido, durante gran parte de su vida, el autor de “Así habló Zaratustra”, prefirió la música como la mejor manera de comunicarse con el mundo. Decía que la música era un hechizo, una bruja que pervierte y absorbe, y que “La vida sin la música era sencillamente un error, una fatiga, un exilio”. Haciendo gala de ser el único filósofo que conocía que era también músico, se proclamaba a sí mismo como una excepción. Curioso, la múscia fue el origen de su “übermensch” ( super hombre ) …

En este sentido, las enseñanzas de Friedrich Nietzche han tenido una profunda influencia en muchos músicos de nuestra época. Especialmente reseñable es el caso de David Bowie. La narrativa de Nietzsche parece encajar muy bien en su progresión musical. Un übermensch ( super hombre ) que crea sus propios valores, construye su verdad y acepta el eterno retorno prevalece en las letras de sus canciones y cambiante personalidad. El nihilismo también está muy arraigado en el cinismo de sus letras. En “Ziggy stardust and the spiders from mars” utiliza una realidad surrealista hipersexualizada para transmitir la historia de un dios del rock extraterrestre cuya caída es, en última instancia, su esclavitud a los pecados muy humanos del deseo y la tentación. Al igual que Zaratustra, el mundo que le rodea le desampara. Me encanta la versión que Bauhaus, la banda de rock gótico/post punk por excelencia, hizo de esta canción en 1982:

Con su famoso bigote, estoy seguro que actualmente Nietzsche pasaría desapercibido en cualquier festival de música, pero, ¿cómo sería como Director de Recursos Humanos?. Más que matar a Dios, despediría al conformista, al gregario, al que no cuestionara el status quo ….

Como líder, sería un “agilista” hacedor de equipos creativos de “suprahumanos” que relativizasen valores y reglas en función del reto. Todos ellos diferentes en su igualdad, complementari@s con ellos mism@s. En consecuencia, al ir todo el mundo a su “bola”, no sería descartable que el resultado final fuera un desastre total, obviamente, culpa de la moral esclava de un dogmático tercer@.

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