MONEY

Recuerdo la llamada. No sonó a pregunta. Tampoco fue una orden, más bien, un favor: “Vas a ser apoderado general de la mercantil y no te vamos a pagar más”. Uno de los GMs de grupo había fichado por la competencia y se necesitaba una solución confiable de transición ( la temporalidad duró varios años, incluido el solapamiento con el nuevo GM, más un semestre adicional tras dejar el proyecto … ). Debido a cambios organizativos, sólo me plantee pedir más dinero el último año. No lo hice. Hasta ese momento, por confianza, había obviado el buen juicio del “laboralista – mercantilista”. Era más joven.

A pesar del mantener la esencia ( por sí sólo, el dinero no retiene talento ), con el paso del tiempo, y al más puro estilo “NYC”, tengo que reconocer que, poco a poco, estoy dejando de ser un “Mike Ross” para convertirme en un “Harvey Specter”. Increible la canción de Ima Robot, Greenback Boogie ( en coloquial, el baile del dólar ), intro de la serie “Suits”:

En una ocasión, Pablo Picasso dijo que le gustaría vivir como un hombre pobre con mucho dinero. Por su parte, Ronald Reagan defendía que el dinero no compra la felicidad, pero asegura buenos recuerdos. Sobre esta cuestión, pocos temas musicales como “Money” reflejan de manera irónica el poder del dinero. La letra de la canción no deje lugar a dudas: consumismo, corrupción y ausencia de ideales. No obstante, la canción significó el espaldarazo definitivo para la carrera de Pink Floyd. Paradojas de la vida. Una crítica hacia el capitalismo salvaje les propició un éxito mundial que les convirtió en una de las bandas más grandes y “ricas” de la historia:

Al analizar la relevancia del dinero desde la perspectiva de los Recursos Humanos, debemos tener claro que el dinero, por si solo, no retiene talento. Una buena retribución dineraria ayuda a corto plazo, pero no es determinante a medio – largo plazo. La experiencia nos demuestra que, una vez cumplidos unos mínimos, el talento empieza a valorar otros aspectos socio – laborales. Las empresas debemos desarrollar una política retributiva que nos ayude en este sentido:

¿Qué es la política retributiva de una empresa?

Una política retributiva es el conjunto de principios y directrices que regulan la remuneración de los empleados. De este modo, el presupuesto destinado a salarios se reparte de una forma más equitativa teniendo en cuenta los objetivos alcanzados y el rendimiento del trabajador. El motivo principal por el que muchas organizaciones deciden crear una política de retribución interna es garantizar un sistema de compensación justo para todos y alineado con la estrategia y los objetivos de la empresa. Así, los principales objetivos que ha de perseguir una política retributiva de Recursos Humanos:

  • Atraer y retener talento.
  • Satisfacer las necesidades económicas de la plantilla.
  • Garantizar una remuneración justa y equitativa.

¿Cómo ha de ser ese modelo de política retributiva para que funcione?

A continuación te enumeramos los seis requisitos que ha de cumplir:

  1. Participativa: cualquier política retributiva ha de contar con el acuerdo y la conformidad de los trabajadores o sus representantes en la empresa.
  2. Coherente: debe garantizar que dos trabajadores de la misma categoría cobren lo mismo. La coherencia interna en las compensaciones económicas es clave para un buen ambiente laboral.
  3. Individualizada: la política retributiva debe tener en cuenta los resultados y los méritos alcanzados por cada trabajador de manera individual, sin por ello perder la coherencia dentro de la organización. Es importante encontrar un equilibrio entre retribución fija y variable.
  4. Competitiva: es importante que las retribuciones sean acordes a las del mercado para atraer y retener talento. Esto, además, ayuda a reducir el absentismo, la falta de compromiso, la rotación, etc.
  5. Comprensible: ha de ser fácil de entender para todos los trabajadores.
  6. Permanente: la política salarial debe prolongarse a lo largo del tiempo y hay que evitar cambiarla constantemente.

Elementos de una política retributiva

 El documento que recoge la política retributiva de la empresa debe prestar atención a todo el abanico de retribuciones salariales que puede recibir un empleado por su trabajo. Algunas son de carácter económico mientras que otras pertenecen a la categoría de percepciones no salariales. A continuación las repasamos todas en detalle

  • Retribución Fija. La retribución fija es el principal elemento de una política retributiva ya que todos los empleados recibirán, al menos una parte, un salario fijo. La cantidad a percibir dependerá del puesto que ocupe, su experiencia, la responsabilidad, los resultados obtenidos, etc.
  • Retribución Variable. La retribución variable es aquella que supone un pago adicional que dependerá siempre de los resultados obtenidos por el trabajador. Los principales objetivos para ofrecer una compensación económica adicional en base a los esfuerzos realizados son:
    • Reconocer la aportación del empleado en el éxito de la organización.
    • Reflejar los resultados y esfuerzos individuales.

Es muy importante desarrollar y especificar muy bien dentro de la política retributiva cuáles son los requisitos que debe cumplir el empleado para cobrar ese sueldo extra y qué cantidad le corresponde en cada caso.

  • Beneficios Sociales. Las políticas retributivas también incorporan, en ocasiones, beneficios sociales como planes de pensiones, seguros de salud, formación, etc. Son, por tanto, servicios o bienes no reemplazables por dinero que la empresa ofrece a los trabajadores con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Se ofrecen como pago en especie y complementan a la parte fija del sueldo del trabajador. Además, no están condicionados a unos objetivos sino que todos los empleados pueden optar a ellos si así lo desean. La principal ventaja para el trabajador es que los beneficios sociales están exentos de IRPF por lo que, al percibir así una parte de su sueldo, pagarán menos impuestos. En cambio, sí pueden llegar a cotizar a la Seguridad Social.
  • Pagos por resolución anticipada de contrato. Cuando la empresa decide rescindir el contrato de un trabajador antes de tiempo está obligada a pagar una indemnización. La ley establece unos plazos y una cantidad determinada para cada caso aunque la empresa puede decidir, si así lo desea, indemnizar con una cifra superior a determinados colectivos. Esto debe quedar reflejado en la política retributiva.

¿Qué aspectos tener en cuenta a la hora de crear una política retributiva?

Todas las políticas de retribución de recursos humanos están basadas en una serie de parámetros y cumplen con una serie de requisitos para poder cumplir su objetivo: establecer un buen sistema de retribución dentro de la empresa. Si quieres diseñar una política efectiva, estos son los aspectos más importantes a tener en cuenta en el proceso:

  • Localización de la empresa. La ubicación geográfica de la compañía es un factor clave a tener en cuenta en cualquier política retributiva. Cuando se encuentra en una gran ciudad, normalmente, el coste de vida y de desplazamientos es mayor, por lo que parece coherente fijar la retribución teniendo en cuenta este aspecto.
  • Convenio Colectivo. También es importante fijarse en lo que dice el Convenio Colectivo del sector al que pertenece la empresa, ya que muchas veces regula las franjas salariales para los diferentes puestos y categorías. Las empresas deben respetar lo que viene recogido en este documento, de lo contrario estarían incumpliendo una obligación legal.
  • Momento económico de la empresa. Es una buena práctica diseñar el plan de salarios de la empresa atendiendo a la situación económica de la misma y calculando el presupuesto disponible para esta partida. Resulta fundamental asegurarse de que el pago es factible y de que no hay lugar a problemas futuros en este sentido. Es mejor fijar cifras realistas y cumplir, que tener que dar un paso atrás en algún momento.
  • Grupos y categorías dentro de la empresa. Una de las responsabilidades de recursos humanos a la hora de planificar la política de retribución es tener claros los grupos y categorías de profesionales que existen dentro de la empresa así como definir sus tareas, responsabilidades, habilidades, etc. Esto sirve, principalmente, para hacer una distribución justa y coherente de los salarios.
  • Situación de los trabajadores. Como decíamos al principio, es importante que la política retributiva sea flexible y preste atención a la situación personal de cada empleado para ajustar el salario que le corresponde. Se puede observar la edad, la eventualidad, la antigüedad en la empresa, posibles necesidades.
  • Esfuerzo de los empleados. Por supuesto, la política retributiva ha de establecer en qué medida se recompensan los esfuerzos y los resultados obtenidos por los empleados. Es importante fijar objetivos vinculados al esfuerzo, al compromiso, a la productividad… aspectos clave para el buen funcionamiento de la empresa. Se trata, en definitiva, de premiar a aquellos que realizan un buen trabajo y están motivados.
  • Banda salarial. Una vez se han definido los anteriores parámetros, hay que trabajar en crear bandas salariales para fijar las retribuciones de los empleados. Estas establecen un rango de salario máximo y mínimo para cada uno de los niveles del organigrama.
  • Políticas laborales. Las políticas retributivas deben considerar el incremento de los salarios base, las subidas de IPC, las revisiones salariales… y cualquier otra medida que se imponga en materia laboral. Todo esto contribuye a crear un buen sistema de retribución en la empresa.

Tendencias de la política retributiva

El mercado laboral cambia constantemente así como las necesidades y los intereses de los empleados. Las empresas deben de ser conscientes de ello y adaptarse para crear políticas retributivas efectivas. A día de hoy, sabemos que el salario no motiva lo suficiente a los profesionales, buscan algo más. De ahí que poco a poco se innove más y surjan nuevas tendencias dentro de las políticas retributivas. El salario emocional, por ejemplo, que busca el bienestar y la motivación del empleado, es cada vez más importante. Mejora el clima laboral, aumenta el compromiso, reduce el absentismo, impulsa la creatividad y la productividad, etc. Ofrecer, también, horarios flexibles o la opción de teletrabajar cobra peso entre los profesionales que buscan conciliar su vida familiar y laboral. En ocasiones, estos aspectos pueden equilibrar la balanza a favor de una empresa u otra. En definitiva, lo importante es que la política de retribución de la empresa sea un documento vivo y al día de las tendencias y necesidades de los profesionales.

Whatever

Desde que tengo uso de razón me ha encantado la música. Siempre he creido que la razón era haber compartido cuarto con un melómano clon de Jeff Bridges en “El Gran Lebowski”. La verdad es que mi madre nos puso a todos mis herman@s un instrumento en las manos muy pronto, y recuerdo que la colección de vinilos de mi “aita” era interminable. Al ser familia numerosa, parecíamos la familia Von Trapp en “The Sound of Music”. Pasé ocho años de mi vida en el conservartorio y cuatro en una coral. Aprendí a tocar el violonchelo mucho antes que Leonard Hofstadter o Miércoles Adams. Durante mi infancia, fui doblemente bajo, de altura y de tono de voz. Cantaba con los mayores, parecía Brad Roberts de Crash Test Dummies cantando “Mmm Mmm Mmm Mmm”. Al empezar a tocar el violonchelo como bajo continuo, pasé a ser triplemente bajo. Con el bajo eléctrico, cuadré el círculo. Lo que es, es. No hay alza que lo dulcifique.

Si hay una canción que sirvió de puente entre lo que era y lo que empezaba a gustarme fue Whatever de Oasis. Cuando la escuché por primera vez me estremecí. Tened en cuenta que, por aquel entonces (1994), aún tenía prejuicios musicales contra al rock sinfónico de Queen o similar. Hasta el MTV Unplugged in New York de Nirvana, los “grunge” no tocaban el violonchelo, sino sólo el bajo eléctrico. Simplemente, me encantó. Para aquell@s que aún no conozcáis la canción, “Whatever” fue lanzado como sencillo después del primer trabajo de Oasis, Definitely Maybe. La canción destaca por la incorporación de una orquesta de cámara, lo que provoca su no inclusión en el disco. Cuando se graba por primera vez la banda aún no podía contratar una orquesta …

Tengo que reconocer que como Responsable de Recursos Humanos miro con otros ojos un Curriculum que tenga estudios musicales ( también que prectique o haya prácticado algún deporte, pero eso lo trataremos en otro post ). Se dice que Albert Einstein comenzó a tocar el violín a los 6 años y para la edad de 13 tocaba sonatas de Mozart. También se cree que el simplemente escuchar música clásica estimula el cerebro, aumentando así el coeficiente intelectual. ¿Existe realmente una relación entre el entrenamiento musical y la inteligencia?

¿ESCUCHAR MÚSICA NOS HACE MÁS INTELIGENTES?

Como mencionamos, se cree que simplemente escuchar música clásica mejora el coeficiente, particularmente en los niños. El “efecto Mozart” es un concepto que ganó notoriedad gracias a un estudio con estudiantes universitarios realizado en 1993. El grupo que escuchó una sonata de Mozart por 10 minutos mostró un aumento de 8-9 puntos en los resultados de un examen de coeficiente intelectual. Así, esta idea se popularizó, a pesar de que no se pudieron replicar los resultados (McDonald, 2018).

LA MÚSICA Y LA CAPACIDAD DE PROCESAR INFORMACIÓN

El mismo equipo llevo su investigación a los efectos del aprendizaje de un instrumento. Para esto, se condujo un experimento entre niños en edad preescolar, entre 3-5 años, quienes tomaron clases de piano por 6 meses. Los resultados fueron positivos; este grupo mostró una mejoría del 30% en exámenes de percepción espacio-temporal. Éste se refiere a la capacidad para distinguir y analizar información facilitando así la toma decisiones correctas en cuanto al cálculo del espacio y el tiempo.

La investigadora Frances Rauscher, quien condujo el experimento, afirma que la comprensión en áreas como las matemáticas depende de la percepción espacio-temporal y ésta puede mejorar con la música, a pesar de que la evidencia es limitada (McDonald, 2018). Aun se desconocen los efectos a largo plazo, pues estos fueron observados únicamente 24 horas después de descontinuar el entrenamiento musical.

LA MÚSICA Y LAS HABILIDADES COGNITIVAS Y LA FUNCIÓN EJECUTIVA

A pesar de lo ambiguo de los resultados de este estudio, existe evidencia de una mejora en las habilidades cognitivas (Bergland, 2014). Asimismo, se presenta un efecto positivo en la función ejecutiva, misma permite “al individuo procesar información rápidamente y retenerla, regular su comportamiento, tomar mejores decisiones, resolver problemas, planear y ajustar la mente a tareas distintas” (Rampton, 2017). Es por eso que, al mejorar la función ejecutiva, aprender un instrumento nos ayuda a reaccionar de manera más inteligente.

De igual forma, el entrenamiento musical literalmente entrena al cerebro a realizar múltiples tareas simultáneamente: “[El] entrenamiento musical activa áreas específicas de la corteza prefrontal al cambiar y realizar distintas tareas mentales a la vez (Bergland, 2014). Este efecto se debe a que partes del cerebro asociadas con la función ejecutiva son estimuladas por la música, como el área motora suplementaria, el área motora presuplementaria y la corteza prefrontal ventrolateral derecha. Además, otras regiones del cerebro que no son comúnmente relacionadas directamente a la función ejecutiva (como la ínsula y cerebelum) también se activan como respuesta a la música (Bergland, 2014).

HABILIDADES DEL LENGUAJE

La formación musical puede facilitar el aprendizaje de idiomas (Alleyne, 2009). Áreas primitivas del cerebro relacionadas con el lenguaje son activadas por el entrenamiento musical (Bergland, 2014). Además, los músicos tienen una habilidad mejorada para integrar información sensorial, que incluye la auditiva, que es indispensable para aprender otros idiomas.

La música también mejora otras habilidades del lenguaje en la lengua nativa, como la memoria verbal: “En 2011 un estudio desarrollado por la Dr. Sylvain Moreno y colegas encontraron que 90% de los niños que recibieron entrenamiento musical por más de 20 días mejoraron su inteligencia verbal” (McDonald, 2018). Ésta se refiere a la capacidad de usar las palabras de manera efectiva, en forma oral o escrita.

De igual forma, la música y la lectura están relacionadas a través de mecanismos comunes neuronales y cognitivos, de acuerdo a un estudio conducido por la Universidad de Northwestern; así que al fortalecer estas regiones del cerebro por la música, automáticamente se mejora la habilidad de comprensión de la lectura (Rampton, 2017).

¿CÓMO SE BENEFICIAN LOS NIÑOS DE LA FUNCIÓN EJECUTIVA?

La función ejecutiva que mencionamos es crucial en el rendimiento académico, aun más que el coeficiente intelectual, afirma la doctora Nadine Gaab de los laboratorios de neurociencia cognitiva en el hospital infantil de Boston. Es por eso que la educación musical tiene implicaciones en el rendimiento escolar. Gaab agregó que “los resultados sugieren que el entrenamiento musical puede ayudar a preparar a los niños para un mejor futuro académico (Bergland, 2014).

Cabe mencionar que la edad en que esta formación musical inicia afecta la anatomía del cerebro en la edad adulta; además, empezar el entrenamiento antes de la edad de 7 muestra el mayor impacto (Bergland, 2014). De hecho, estudios han demostrado que el cambio anatómico en el cerebro de un músico es proporcional con la edad en que inició su educación musical (Rampton, 2017).

CAMBIOS EN EL CEREBRO DEL MÚSICO

En si, la formación musical afecta la estructura del cerebro como tal. Aprender a tocar un instrumento aumenta el volumen de materia gris en varias regiones del cerebro; también refuerza las conexiones neuronales entre ellas. De acuerdo a estudios, los niños que reciben entrenamiento musical por más de 14 meses muestran mayores cambios estructurales y funcionales en el cerebro.

De igual forma, a través de exámenes al cerebro, se identificaron diferencias importantes en la estructura del cerebro de músicos y no músicos. El cuerpo calloso, un conjunto masivo de fibras nerviosas que conectan dos áreas del cerebro, es más grande en los músicos. Estas fibras se comunican con el fin de que ambos lados del cerebro trabajen de forma conjunta y complementaria. Además, otras regiones que se relacionan con el movimiento, la audición y habilidades visoespaciales se distinguen por ser más grandes en músicos, particularmente en pianistas (Rampton, 2017). Éstas se refieren a la capacidad para representar, analizar y manipular objetos mentalmente.

TIEMPO DE REACCIÓN Y MENTE ALERTA

El tiempo de reacción se hace más lento cuando envejecemos. La música ayuda a retrasar estos efectos en el cerebro: “Entre más sabemos del impacto de la música en los procesos básicos sensoriales, más podemos aplicar entrenamiento musical a individuos quienes podrían tener tiempos de reacción más lentos”, dijo el investigador Simon Landry. No solo eso, los músicos tienen a estar más alerta mentalmente, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Montreal (Rampton, 2017).

UN ALEADO EN CONTRA DE LAS ENFERMEDADES DEL CEREBRO

El entrenamiento musical ayuda a contrarrestar los efectos de diversas enfermedades del cerebrofrecuentemente asociadas con la capacidad intelectual y/o el aprovechamiento académico. Niños con dislexia se benefician de la música para mejorar procesos del lenguaje.

También, la música protege al cerebro de enfermedades degenerativas como la demencia. En pacientes con derrames cerebrales, la música ayuda al cerebro a recuperarse. Finalmente, combate los efectos de la sordera relacionada con la edad (Rampton, 2017).